Grita el cielo, la nube filosa escupe un rayo. Flota una brisa espesa, La luz se come la dolorida oscuridad, se hiere en un resplandor fugaz. Las voces caen como un llanto frío, como un silencio acuoso. En la negra tierra, rebotan los crujidos del cielo como besos transparentes. Se desviste de estrellas el espacio, su desnudes gris, esconde en su piel el beso solar. Desde la tierra siento el labio frío del cielo, el abrazo invisible del misterioso aliento... Caen esos cantos, se descuartizan como un beso en la piel del todo.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario