lunes, 29 de agosto de 2011


Llegó el momento de tantas cosas!
Entre ellas de mirar mi hombro derecho y darme cuenta cuanto hombro que tengo,
de quitarme la pesada mugre de las miradas,
de ordenar mi habitación, mi armario, limpiar el baño, tirar palabras...
Llegó el momento de por ejemplo
 mover esta agua estancada, esta sucia y podrida agua estancada que huele a angustia,
a frases podridas, a luces comidas en un horizonte que se atraganta al sol.
Llegó el momento de limpiar mis manos, 
lavar los aplausos, los pulgares levantados,
 los pedazos de tu sombra en el recuerdo secreto de mi índice...
Llegó el momento de lavar mi cara de todos esos rostros que no soy,
limpiar el sucio espejo que no muestra nada, para verme,
 para verme por primera vez la cara
reconocer al pelotudo que no soy,
llegó el momento de decir No!
de sacudir las memorias y darme cuenta que no me importa, no te importa y pensar casi filósofo por qué carajo nos dijimos tanto o tan poco!
Llegó el momento de saber que no es momento de angustias arrepentidas,
de reflexionar sobre lo no logrado, de pensar por qué a mi y no a vos...
Llegó el momento de patalear hasta sacudir las entrañas,
de saciar esta sed de vida,
de saciar esta sed fecunda de vida, tomar el vaso lleno y beber hasta desbordar por los ojos la luz que se atraganta en mis pupilas...
Y ya no es el horizonte lamiendo el firmamento,
y ya no es la luna llena la que inspira palabras y amores,
y ya no es el silencio incomodo...
Llegó el momento de girar la cabeza, mirar mi hombro izquierdo y darme cuenta cuanto hombro que tengo!

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