lunes, 13 de mayo de 2013

Sincericidio



Un poco sí, duele... Duele verte dormir en el silencio de tu cuerpo, duele verte dormir mientras las sombras de tus palabras se estrellan en mi memoria, me duelen esas palabras dichas que el viento no se lleva, tal vez muy pesadas para que se dejen arrastrar por la corriente...
Duele verte dormir esta noche, como también dolió verte dormir otras noches mientras mi sangre desperdiciada viajaba sin sentido por mi cuerpo que reprimía sus gritos...
Es cierto. Vos podes dormir tranquilo con tu seguridad a cuestas, con mis palabras acuestas que el viento tampoco lleva porque no lo dejo las defiendo, vos sí dormís tranquilo en esta noche que cada vez dura mas. Despertas y estoy mudo mas oscuro cada día, con ojos de luz que te miran y te quieren sí, pero no temen... 
Yo también me quiero yo también me amo duramente, también me siento en lo desnudo y aunque tu fuego se extingue el mio crece cada día y en cada noche mas oscura ilumino mi silencio.
Es propicio recordar que vos también me diste luz, que vos también dejaste tu amanecer en este espacio, que vos también tuviste este fuego, que vos también me inspiraste, me regalaste sonrisas y buenos sabores, es propicio recordar y se agradece lo vivido y tal vez por eso te sigo eligiendo, busco tu luz, te busco, me enciendo para que la oscuridad no nos devore...
Pero también me canso. Y aunque hoy duele verte dormido mi alma se fortalece, me vuelvo mas fuerte desde adentro, tal vez esa sea la recompensa... Creo que no somos el uno para el otro como creí, creo que hay otro fuego para mi (y para vos) pero también creo en la transformación, y ahí me tenes otra vez, agarrado de la esperanza... 

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